martes, 23 de marzo de 2010

como funciona el ojo del molusco?


ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

ESTATOCISTOS: Presentes en gasterópodos y bivalvos. Se localizan en el pie.

OSFRADIOS: Presentes en gasterópodos y bivalvos. Son un par de estructuras que aparecen en la cavidad del manto, en la base o cerca de las branquias. Es un pitelio sensorial de la cavidad del manto. Son quimiorreceptores, cuya función es analizar la calidad del agua que va a entrar en las branquias.

TENTÁCULOS SENSORIALES CEFÁLICOS: Presentes en gasterópodos. Son uno o dos pares de tentáculos, localizados en la región cefálica (los cuernos). En ellas se localizan los ojos del animal (ocelos) y numerosos receptores sensoriales que funcionan como mecanorreceptores y quimiorreceptores. Las babosas marinas tienen unos tentáculos especiales llamados rinóforos, que son un par de estructuras quimiorreceptoras a través de las cuales detectan el rastro de moco dejado por otros individuos de la misma especie. A las babosas marinas se las conoce como gasterópodos opistobranquios, por poseer dos penachos en la parte posterior del cuerpo.

FOTORRECEPTORES: Los más destacables son los de los poliplacóforos y los de los cefalópodos. Los primeros reciben el nombre de aestetes, que son una serie de células sensoriales distribuídas por el manto. Son sensibles a la luz. Se comunican con el exterior mediante poros de la concha.

como funciona el ojo de un insecto



La mayoría de los insectos tienen un par de ojos compuestos relativamente grandes, localizados dorso-lateralmente en la cabeza. La superficie de cada ojo compuesto está dividida en un cierto número de áreas circulares o hexagonales llamadas facetas u omatidios; cada faceta es una lente de una única unidad visual. En adición a los ojos compuestos, la mayoría de los insectos posee tres ojos simples u ocelos localizados en la parte superior de la cabeza, entre los ojos compuestos.

Como funciona el ojo humano


Casi toda la parte trasera de la esfera ocular está recubierta por una capa de células fotosensibles a la que se denomina colectivamente 'retina'. Esta estructura retiniana es el núcleo del órgano del sentido de la vista.

La esfera ocular no es ninguna maravilla de la ingeniería. Es sólamente una estructura que aloja la retina y le proporciona imágenes enfocadas y nítidas del mundo exterior. La luz entra en el ojo a través de la córnea y el iris, atravesándo la lente del cristalino antes del alcanzar la retina.
La retina recibe una pequeña imagen invertida de ese mundo exterior, transmitida por el sistema óptico formado por la córnea y el cristalino. El ojo es así una pequeña 'cámara oscura'. La lente del cristalino altera su forma para enfocar la imagen, pero esa capacidad adaptativa se va perdiendo con la edad, por lo que perdemos capacidad visual óptica.
El ojo es capaz de adaptarse a distintos niveles de iluminación gracias a que el diafragma formado por el iris puede cambiar de diámetro, proporcionando un agujero central (la pupila) que varía entre 2 mm (para iluminación intensa) y 8 mm (para situaciones de poca iluminación).

La retina traduce la señal luminosa en señales nerviosas. Está formada por tres capas de células nerviosas. Sorprendentemente, las células fotosensibles (conocidas como conos(cones) y bastones(rods)) forman la pate trasera de la retina (es decir: La más alejada de la apertura del ojo). Por eso, la luz debe atravesar antes las otras dos capas de células para estimular los conos y los bastones.
Las causas e historia evolutiva de este diseño invertido de la retina no se conocen bien, pero es posible que esa posición de las células fotosensibles en la zona más posterior de la retina permita que cualquier señal luminosa dispersa sea absorbida por las células pigmentarias situadas inmediatamente detrás de la retina, ya que contienen un pigmento oscuro conocido como melanina.

Puede también que estas células con melanina ayuden a restaurar químicamente el equilibrio del pigmento fotosensible de los conos y bastones cuando éste pierde su capacidad debido al desgaste causado por la acción de la luz.

La capa media de la retina contiene tres tipos de células nerviosas: Bipolares, horizontales y amacrinas. La conexión de los conos y bastones con estos tres conjuntos de células es complejo, pero las señales terminan por llegar a la zona frontal de la retina, para abandonar el ojo a través del nervio óptico. Este diseño inverso de la retina hace que el nervio óptico tenga que atravesarla, lo que da como resultado el llamado punto ciego (blind spot) o disco óptico.

Los bastones y conos contienen pigmentos visuales, que son como los demás pigmentos en el sentido de que absorben la luz dependiendo de la longitud de onda de ésta. Sin embargo, estos pigmentos visuales tienen la particularidad de que cuando un pigmento absorbe un fotón de energía luminosa, la forma molecular cambia y se libera energía.

El pigmento que ha cambiado su estructura absorbe peor la energía y por eso se dice que se ha blanqueado o despigmentado (bleached). La liberación de energía por parte del pigmento y el cambio en la forma molecular hacen que la célula libere una señal eléctrica mediante un mecanismo que aun no se conoce por completo.

Como funciona el microscopio


En el microscopio la ampliación se realiza en dos etapas. Así como en el anteojo el objeto está muy alejado y la imagen real que da el objetivo -de larga distancia focal- queda situada aproximadamente en el foco posterior, en el microscopio la distancia focal del objetivo es en cambio muy corta (de 46 a 1,6 mm) y, además, el objeto se sitúa tan cerca del foco anterior que la distancia del objetivo a la imagen resulta mucho mayor que la focal; ya que dicha distancia del objetivo hasta la imagen viene dada por la longitud que tiene el tubo -en general, de unos 160 mm- la imagen real intermedia que se forma es, pues, para aquellos valores de la distancia focal, de 2,5 a 100 veces mayor que el propio objeto (por regla general en los objetivos de microscopio se da directamente el aumento en vez de la distancia focal).

Como funciona el telescopio


El aparato se concentra en un pequeño campo del paisaje terrestre o estelar, mucho menor que el que abarca la visión humana.

Capta de allí una mayor cantidad de luz que el ojo humano, a través de un “objetivo”, un dispositivo, que puede ser un lente o un espejo, capaz de concentrar los rayos luminosos en un plano focal, de la misma forma como la cornea y el cristalino del ojo proyectan la imagen que vemos en la retina del ojo. De esta forma permite que recibamos desde esa zona visual más luz, o fotones, que las que permite nuestra pupila. Nuestra pupila se dilata hasta un máximo de 4 mm, lo que es muy poco considerando la falta de luz en la noche o los pocos fotones que nos llegan de objetos muy lejanos. El telescopio actua como una pupila artificial capaz de recoger mucha más luz que nuestra pupila natural.

La primera función, que determina el área o tamaño del “campo visual”, depende de la “distancia focal”, la distancia entre el objetivo y el plano focal. Mientras más corta es esta distancia observamos un campo mayor, por el contrario mientras más larga sea esta distancia menor será el campo de visión. Es como acercarse o alejarse de una ventana, mientras más cerca estemos, más paisaje exterior podremos ver a través de ella, por el contrario si nos ubicamos más lejos, menor será el área del paisaje que podremos ver.

El campo visual de un telescopio se mide en grados, cada grado tiene 60 minutos y cada minuto 60 segundos, los segundos son subdivididos en decimales. Todo el campo a nuestro alrededor mide 360 grados; la mitad, de Este a Oeste por ejemplo, tiene 180 grados; la cuarta parte, por ejemplo de Este a Sur, tiene 90 grados. La Luna y el Sol vistos desde la Tierra tienen un tamaño angular en el cielo de alrededor de medio grado, esto es unos 30 minutos de arco.

El “objetivo”, ya sea lente o espejo, cumple la función de captar la luz que trae la imagen, actuando como una especie de receptáculo de fotones, mientras mayor sea su diámetro mayor será su capacidad receptora. La calidad de la imagen va a depender de ello, mientras más luz se reciba mayor será la nitidez o “resolución” de la imagen formada en el plano focal. Se llama resolución a la capacidad del telescopio de “resolver” o separar dos estrellas muy cercanas.

Para observar la imagen del telescopio necesitamos de una lupa llamada “ocular”, capaz de reenfocar la imagen del plano focal hacia nuestro ojo. Lo que veremos va a depender de la distancia focal del ocular, que va a determinar cuanto de la imagen vemos, lo que está determinado por la distancia entre éste y el plano focal, es decir su "distancia focal" propia. El eje óptico del ocular debe estar alineado, o colimado, con el eje óptico del telescopio y para enfocar la imagen debemos acercar o alejar el ocular del plano focal.

Con un ocular de 50mm veríamos el 100% de lo que ve el telescopio, sin embargo el diámetro del tubo del ocular estándar, de 1,25 pulgadas de diámetro, impide que esto se haga efectivo, pues el borde de su base cubre la imagen permitiendo que podamos ver sólo el 62% de lo que ve el telescopio, lo mismo que ve el ocular de 32mm, por lo que este tamaño es el que más ve de lo que puede ofrecer el telescopio.

Los nuevos oculares con diámetros de 2 pulgadas, al tener un tubo con una base más ámplia resuelven este problema, con lo que el ocular de 50mm de ese diámetro, efectivamente puede ver todo lo que ve el telescopio. Ahora estos oculares son grandes y pesados, además de caros y requieren que el portaoculares pueda aceptarlos.

El ocular de 20mm ve el 42% de la imagen del telescopio, el de 12,5mm, el 24% y el de 8mm el 16%. Vemos siempre desde el centro hacia afuera. Esto quiere decir que los aumentos en realidad ayudan a ver mejor con la condición que la calidad original de la imagen sea buena y esto va a depender sólo del diámetro del objetivo y de la calidad de los elementos ópticos del ocular y del telescopio.

Generalmente los telescopios económicos traen oculares de mala o regular calidad, y puede mejorarse notoriamente la calidad de la observación, adquiriendo oculares mejores.